Vaduz, la capital del principado de Liechtenstein
Vaduz es pequeña, bonita, sencilla y casi un cuento de hadas. Está situada entre Suiza y Austria y es la capital de Liechtenstein, un principado que nació cuando en 1719 el príncipe Hans-Adams compró las tierras y hoy es un importante centro financiero europeo. Hasta mediados del siglo XIX era parte de la Confederación Germánica pero luego se independizó transformándose en un estado independiente.

Al igual que sucede con Mónaco, en Vaduz reina la calma y sus poco más de 5.000 habbitantes viven una vida tranquila, disfrutando de la continuas actividades culturales y deportivas que se realizan a lo largo del año. Para recorrer la ciudad no hace falta tomar un medio de transporte público pues es posible hacerlo a pie, visitando algunos edificios de interés como las sedes del gobierno, el Parlamento, la catedral y el castillo de Vaduz, la a residencia del príncipe Hans-Adam II.
Vaduz cuenta con varias bibliotecas y museos, entre ellos el Museo Filatélico y el Museo Nacional, y es famosa por sus vinos.
Para visitarla no hay que pensar en vuelos low cost sino simplemente en un tren desde Suiza. Una vez allí, podéis descubrir la magia de este lugar y aprovechar par a comprar relojes suizos y objetivos de cámara fotográficos que allí se consiguen a muy buenos precios.
Vía: My Switzerland
Vaduz es pequeña, bonita, sencilla y casi un cuento de hadas. Está situada entre Suiza y Austria y es la capital de Liechtenstein, un principado que nació cuando en 1719 el príncipe Hans-Adams compró las tierras y hoy es un importante centro financiero europeo. Hasta mediados del siglo XIX era parte de la Confederación Germánica pero luego se independizó transformándose en un estado independiente.

Al igual que sucede con Mónaco, en Vaduz reina la calma y sus poco más de 5.000 habbitantes viven una vida tranquila, disfrutando de la continuas actividades culturales y deportivas que se realizan a lo largo del año. Para recorrer la ciudad no hace falta tomar un medio de transporte público pues es posible hacerlo a pie, visitando algunos edificios de interés como las sedes del gobierno, el Parlamento, la catedral y el castillo de Vaduz, la a residencia del príncipe Hans-Adam II.
Vaduz cuenta con varias bibliotecas y museos, entre ellos el Museo Filatélico y el Museo Nacional, y es famosa por sus vinos.
Para visitarla no hay que pensar en vuelos low cost sino simplemente en un tren desde Suiza. Una vez allí, podéis descubrir la magia de este lugar y aprovechar par a comprar relojes suizos y objetivos de cámara fotográficos que allí se consiguen a muy buenos precios.
Vía: My Switzerland
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